Noche Oscura ...

El alumbrado de las farolas negras cubría las oscuras calles de la ciudad. La noche era una de las mas frías, aun así eso no parecía importarle a la gente que caminaban en pareja tanto en grupos de varias personas por los recovecos del lugar. Una joven se encontraba sentada en el alfeizar de una barandilla, en sus calles y en cercanías se podía oír el ajetreo de aquellos individuos, algunos giraron su rostro en dirección a la joven, seguramente se estarían preguntando que haría una muchacha en una noche tan fría ahí subida, o, si en realidad estaba esperando a alguien...
Ciertamente eso a ella no era algo que le importara, sus ojos parecían que estuvieran buscando algo, en cambio solo se limitaba a observar detenidamente el paisaje.
Aquella joven llevaba un vestido negro bastante corto de tirantes finos, dejando así sus hombros al descubierto mostrando su tenue piel, con unas medias de rejilla y unas botas ajustadas de charol negras le llegaban justo a sus rodillas.

[Para que no hayan problemas, estoy ayudando aquí a la compañera usando a personajes no usuarios para que se adapte al rol por foro.]

Seres de la oscuridad habitan inevitablemente las perturbadoras callejuelas del lugar ¿quién es malo, quién es bueno? irremediable, nadie lo sabe, pues ninguno sobrevive jamás a las fuerzas de las tinieblas.

El grupo de personajes que a lo lejos observan a la vampiresa, se acercan. Mantienen una conversación poco interesante. Deberían de haberse detenido cuando a dos pasos estaban de alcanzarla, pero estos que siguen de largo ríen como si más nada salvo sus paranoias les importara. Uno de ellos, alto y con una complexión atlética, se detuvo justo al lado de Nymphe. Sus manos rozaron el detallado alfeizar de la barandilla y luego se posaron transmitiendo pequeñas vibraciones que rompían el silencio.
- ¿Qué haces aquí, sola y con la mirada perdida?

Aquella joven seguía admirando a su alrededor, Por el momento nada había logrado llamar su atención. Una pareja se rió tontamente, Aburridamente levanto su pierna cruzándola sobre su otra pierna guardando un perfecto equilibro sobre aquel alfeizar de la barandilla, tras su acto noto ligeramente aquella vibración producida por aquel desconocido que le hablo, ella ladeo su rostro suavemente conduciendo su mirada hacia aquel sujeto
- Quién dijo que tuviera la mirada perdida o me encontrara sola -
Su voz sonó en un pequeño murmuro, lo suficiente alto para sus oídos. Una media sonrisa se dibujo en sus sonrosados labios.

El muchacho levantó y dirigió la mirada hacia un oscuro y frío cielo.
- Quien sabe - encogió los hombros y luego sonrió - yo no veo a nadie más aquí, y eso me dice que estás sola.

Se apartó de la baranda y luego dio un par de pasos hacia el otro costado en contradicción a la vampiresa. Parecía marcharse, pero se detuvo volviendo la mirada al sombrío ozono. Una ligera brisa y fresca acariciaba sus mejillas y mecía su oscuro cabello sin despeinarlo. - Querida soledad... dime chiquilla ¿qué es lo que más te gusta de la noche? - preguntó, mientras terminaba de darle la espalda.

Escucho con atención cada palabra de aquel individuo a quien después de analizar sus rasgos físicos aparentes.
Desvió su mirada hacia un lado, levantado así su mano derecha permitiendo al dedo índice tirar suavemente del cordón negro de su cuello, bajando a su tiempo el rostro con su peculiar sonrisa dibujada en sus labios .
- Acaso no veis al resto de personas con sus enfermizas risotadas -
Su vóz sono meramente burlona de un modo no ofensivo.
El ajetreo de las personas sus voces junto de sus risas no cesaban, llegando a resultarle algo molestas. Ante su pregunta, quedo unos momentos en silencio reflexionando su pregunta. Sin mas tras unos momentos. Respondió .
- Qué es lo que mas me gusta de la noche … Mmm.. Ciertamente la tranquilidad que con sí trae, Es una sensación relajante, No sabría explicaros, Lo que me produce … -

- No me hace falta más explicación que esa - mal habló con un tono reacio y seco. Levantó la cabeza y la giró hasta que su mirada estuviera por encima de su propio hombro, de manera que así, aun dándole la espalda a la muchacha, pudiese observarla. Sus celestes pupilas se entonaron bajo un ápice de luz por parte de la farola que los iluminaba con un tono rojizo y sombrío. - ¿qué te parecería si te enseño algo mágico... y lejano a este lugar?

Su dedo índice tiraba del cordón negro, moviéndolo de un lado a otro y con ello el pequeño cascabel de su cuello iba balanceándose, la voz de aquel sujeto no le paso desapercibida sonando reacia tras sus palabras, la sonrisa de sus labios se afilo como si eso la divirtiera, no comprendía el motivo de su invitación pero no tenía nada mejor que hacer en aquel alfeizar, aquellas risotadas comenzaban a exasperarla … Ladeo su rostro de medio lado, mirando aquella figura que le daba la espalda. Clavándose en ella sus verdosos ojos.
- Mmm… Decís algo mágico … -
Dio la impresión de que le había llamado la atención. Aunque intentara negarlo, su curiosidad quería saber de que se trataba ...

La joven observo con determinación aquel color de sus pupilas que tan solo duro un breve instante. Habría sido su imaginación o el brillo de una de las luces le dio de refilón, eso no hizo que cambiara su decisión, ante sus palabras que sonaron desafiantes a los oídos de ella. Mientras disponía a bajar su bota al suelo, esa figura con enormes zancadas había desaparecido de la calle principal, levanto su rostro en la misma dirección musitando para si misma …
- Vaya … Es rápido … -
Una media sonrisa se dibujo en su labios sonrosados, tras encontrarse en el suelo, dirigió sus pasos tomando los mismos movimientos que el personaje misterioso, esquivo a varias personas al interponerse en su camino para que no chocaran con su cuerpo. Doblando al final aquella esquina, sus pasos eran firmes, al parecer el juego había comenzado ….

La sombra del muchacho a penas se distinguía entre la muchedumbre y la penumbra del lugar. Iba esquivando obstáculos con la mínima preocupación de estorbarlos. A seis metros se halla un paso a desnivel, donde para poder seguir de frente hay que bajar unas escaleras laterales. Este, no se desvió hacia los peldaños, sino que siguiendo de frente se impulsó ayudándose de la mano sobre la baranda que obstruye el paso y se dejó caer con despreocupación hacia abajo. Nadie se había dado cuenta, salvo un chico muy joven que se asomó para ver si se había matado. Pero allí, abajo, no había nada, salvo personas paseando como si nada raro hubiese ocurrido. El rastro del muchacho se perdió como la sombra ¡había caído a más de veinte metros! pero aun estaba abajo, su figura fue vista por última vez saliendo de la plaza y dirigiéndose hacia otro lugar.

[Haces post, y ya luego yo me encargo de abrir otro tema a parte en otro lugar.]

Tras doblar el lateral de la esquina, su vista se alzo al frente intentando divisar aquella figura nuevamente,
sus cabellos se movieron a causa de un filo de aire frío, alzo su mano derecha tomando uno de sus mechones apartándolos de su rostro, tan solo vio el ajetreo de las personas con la lentitud de sus movimientos.
Realmente podría llegar a somprender aquel desconocido.
Ella podría haber utilizado una pizca de su velocidad para alcanzarle, Pero no sería el caso con tantos individuos a su alrededor, Prosiguió en línea recta esquivando los grupos de gente, algunos de ellos giraban sus respectivas cabezas en su dirección mirándola, aún debía de resultar extraño que una joven caminara solitariamente ...
Detuvo al fin sus pasos ante el desnivel, analizando las opciones que tenía.
Una de ellas era tomar aquellos peldaños y la otra saltar al otro lado de la barandilla.
Aproximo sus pasos hacía ella calculando cual sería la caída aproximadamente,
luego ladeo su rostro siguiendo con la mirada aquellos peldaños que no tenían fin …
La expectativa más rápida sería saltar. Sabría que si tomara la otra decisión podría perder la pista de aquel individuo. Volvió a girar su cabeza mirando a su alrededor por unos momentos, observando el comportamiento de las personas, no veía que nadie la prestara atención en ese preciso momento, era una buena oportunidad y no pensaba desaprovecharla, no tardo en posar su pie derecho sobre la barra junto con su mano, utilizándolo de apoyo para saltar con agilidad, unos segundos mas tarde se pudo oír el sonido seco de sus botas con el contacto del suelo junto con un pequeño tintineo de su cascabel, cayendo en pie con sus piernas un poco flexionadas, incorporando así su cuerpo. Continuo con su paso firme en la misma dirección hasta dirigirse al final de la plaza dejándola atrás …