En la búsqueda; compañeros.

Laurent Hellsing tardó varios minutos, quizás hasta una hora preparándose, pues quitar la sangre, la pestilencia de los vampiros y el aroma de los licántropos, le había llevado más tiempo de lo que pensaba. Se había preocupado de que sus nuevos compañeros habrían pensado lo peor de él, pero sabía que en la ciudad los encontraría. Bajó por el porche de su cabaña con un casco cabalgando sobre su hombro, y rodeó la estructura hasta hallar con una manta bajo expuesta de una montaña de hojas que ocultaban tanto la tela como el bulto de lo que debajo tapaba. Tiró de ella con energías y lo siguió haciendo hasta que su vehículo único y favorito se viera del todo.
Se puso el casco, montó sobre la moto, introdujo las llaves y le dio al contacto. Pulsó el embrague y aceleró la moto para que calentara. Luego soltó el freno y el embrague e hizo rodar aquellas ruedas a una extrema velocidad hacia la ciudad.


Ya se hacía de día, y el sol ya estaba sobrevolando el cielo desde el horizonte con un tenue anaranjado color.

El ronquido de la moto alertó a la humanidad de su llegada, todos le miraban con deseo, pues aquella moto no solo era un modelo bonito, si no que su chasis estaba preparado para altas velocidades. Atravesó las calles principales y se detuvo justamente en la línea de parada y estacionamiento que rodeaba una no muy grande plaza. Sin bajarse del vehículo enderezó la espalda y observó bajo su visera negra todo lo que le rodeaba - Vaya... he perdido el rastro. No me perdonarán el haber llegado tarde.

En la búsqueda; compañeros.

Una vez mas y gracias a algunos rumores se iniciaba de nuevo la búsqueda ahora en el centro de la ciudad en donde había visto a un grupo de personas extrañas reunirse, un indicio mas y una nueva pista que seguir para poder encontrar a los suyos. Una cara de entusiasmo pudo verse en él al escuchar dicho rumor mas al recordar lo antes sucedido no pudo evitar desilusionarse un poco ya que cabía la posibilidad de que solo fuera eso, un rumor.

Sin importarle lo que fuera emprendió la caminata hacia el centro de aquella zona para buscar aquel grupo o pandilla esperando no desilusionarse de nuevo

-Espero encontrar algo mas que nieve y sangre...- Comento para el mismo mientras caminaba entre las calles frías del centro buscando aquel sitio del que había escuchado la noche anterior.

Ya era de día y la muchedumbre ya salía a las calles: paseaban, compraban, trabajaban, y los niños jugaban. La multitud de un modo exagerada se reunía y acumulaba en la plaza. Para Laurent ahora sería algo más difícil hallar con los suyos; o eso pensó hasta que en la lejanía pudo ver a un personaje que por casualidad había visto también en el bosque, antes de marchar con los demás y extraviarse en el camino. Es más, su aullido había sido para que fuese escuchado por aquel individuo.

Laurent se bajó de la moto, colgó el casco sobre la empuñadura izquierda del manillar, y caminó hacia Erik ¿sería este un vampiro? pensó el licántropo. Como a cinco metros de alcanzarle se detuvo y le observó descaradamente para que supiera que le estaba esperando.

Pero luego volvió a pensar en la posibilidad de que fuese un chupa sangre, y se desvió hacia la derecha, en dirección al bar que se sitúa en el centro de la plaza.

Sus pasos eran como los de un gato, silenciosos, su olfato comenzaba a funcionar en ese momento captando olores extravagantes como la comida recordandole que ya hacia mas de dos días que no probaba alimento alguno por lo que el hambre le sobrevino en primera instancia, el olor del perfume que portaban las mujeres que circulaban por las calles entre otros olores más pero el olor característico de un lobo jamas pudo ser encontrado por su olfato hasta el momento por lo que recurría a su segunda habilidad, el oído, ciertamente en la forma humana no era muy bueno pero de algo serviría escuchar alguna conversación o ruido característico de los suyos mas nuevamente sus intentos eran fallidos.

Su vista era llevada hacia todos lados observando a la gente que caminaba tanto a su alrededor como la gente que caminaba un poco mas alejada de su entorno intentando identificar a alguien mas no podía ver a nadie extraño más un vehículo estacionado a unos cuantos metros de donde el se encontraba le llamo la atención.

-¿Una motocicleta en un sitio como este?...- Se cuestiono hacia el mismo dirigiendo sus pasos hacia la moto, al estar frente a esta toco el tanque recorriendo la moto con su mano hacia el asiento notando que este se encontraba caliente.

-No hace mucho que fue apagada y por la calidez del asiento alguien estuvo sentado y no hace mucho se retiro de aquí- Comento nuevamente hacia el mismo mientras observaba y tocaba la moto cuando repentinamente su olfato pudo percibir algo.

-Este aroma se me hace familiar...- Deteniéndose por un momento su mente comenzó a trabar a marchas forzadas intentando recordar en donde había olido lo mismo que en ese momento podía oler. -Claro, en aquella cueva había un aroma parecido a este pero...- Nuevamente el estado pensativo tomo posesión de su cuerpo comenzando a realizar hipótesis e intentar relacionar el aroma haciendo que perdiera contacto con el mundo real o por lo menos así parecía.

- Buenos días. Una voz femenina asaltó a las intranquilas orejas de Laurent Hellsing. El licántropo posó el codo sobre la barra del bar dándole la espalda a la camarera, desconfiaba de todo lo que le rodeaba, tenía la sensación de que los de su raza estaban en peligro de extinción. Giró el rostro hacia la izquierda y observó por encima de su hombro a la muchacha. Era elegante, morena, alta y de pupilas verdes. Laurent arqueó una ceja y luego le respondió.

- Un batido de piña colada helada.
- Marchando. Le sonrió y luego se retiró a por su pedido.

Pasaron los minutos, y de nuevo la camarera asaltó sus orejas con la compañía de su batido.
- Gracias.
- Oye, por cierto guapo ¿esa moto de allí es tuya?
- Sí.
- Pues la veo bien acompañada.
- ¿Húm? Laurent desvió su atención hacia el vehículo; estaba siendo observada y tocada por otro personaje. Eso fue algo que le molestó; se despegó de la barra y se dirigió con paso rápido y decidido hacia Erik. Alzó la voz para llamarle su atención y frunció las señas como gesto de mala leche.
- ¿Quieres una foto de la moto?

Sus pensamientos fueron estrepitosamente interrumpidos por un ligero grito de cuestionamiento, su mirar inmediatamente se viro hacia el emisor de dicha pregunta observando como este sujeto se acercaba a él con rápidos movimientos.

-Parece ser que ese es el dueño de la moto...- Pensaba mientras miraba como aquel sujeto se acercaba rápidamente y mal encarado.

-Disculpa, no fue mi intención tocarla- Respondió de manera seria y firme mostrando un mirar también retador hacia la persona que se le acercaba.

El silencio se apoderó de Laurenx por unos segundos; un lapso de tiempo que no desaprovechó para mal mirar al individuo e interponerse entre él y la moto. Acarició el chasis de su vehículo y luego dijo:
- Perdona, estoy algo alterado. Aun desconfiado y con un tono falsamente arrepentido continuó. - ¿Nos conocemos de algo? Era una pregunta trampa, pues su olor no había cambiado desde entonces en aquel bosque.

-Puedo notarlo, yo también me enfadaría si tocaran mi preciado vehículo...- Comento de manera fría mientras sus orbes se posaban en el sujeto al parecer mal encarado. Su olfato casi inmediatamente se activo detectando el aroma que provenía del sujeto haciéndole recordar el aroma de la cueva en la que estuvo una noche atrás.

-No lo creo ya que recordaría su rostro- Respondió después de escuchar la pregunta formulada por el sujeto frente a él manteniendo un semblante serio, una pequeña ráfaga de aire movió su chaqueta un poco descubriendo aquella cicatriz en su pecho, la marca de un zarpazo que cubría casi todo su abdomen mas el aire había descubierto solo un poco de la marca.

-Tal vez pueda ayudarme claro si esta dispuesto...- Comento hacia el sujeto frente a el mirándolo con seriedad esperando su respuesta.

La rapidísima mirada de Laurenx bastó para examinar la zarpa cicatrizada en el pectoral y abdomen superior de Erik. Además, miró a tal velocidad que a penas pudo estudiarla pero así tampoco ser descubierto mientras lo hacía. Pensativo se relamió el labio mientras desabrochaba el casco de la moto.

- ¿Por qué debería de ayudarte? - mal preguntó estrechando cejas y bajándolas hasta los párpados. La zarpa debía de ser hecha por un licántropo, así lo pensaba Laurenx, por lo tanto la posibilidad de que Erik fuese un vampiro aumentó. La estadística hizo que cambiara de parecer y preguntara de forma seria pero no insultante: - Estoy dispuesto, pero no creo poder ayudarte. A ver, expón tu problema.

Estaba a punto de responder ante la primera interrogante que el sujeto hacia cuando fue interrumpido por un segundo comentario dándole la pauta para exponer su problema.

-Estoy buscando a alguien o mejor dicho a un grupo de personas- Comento en primera instancia comenzando a desconfiar de aquel frente a él mas el aroma que percibía su olfato no lo engañaba era el mismo que en el de la cueva por lo que decidió arriesgar dicha información.

-Creo que ellos pudieron estar la noche anterior en el bosque- Agrego de manera seria mientras sus orbes miraban fijamente al sujeto esperando una respuesta favorable o en el peor de los casos un ataque del cual estaría preparado para responder.

Laurenx reposó una cálida mirada en el horizonte, por encima de la cabeza de Erik. Luego suspiró; mientras, su mano se engarrotaba en el casco de la moto de una manera que no era visible para el otro lobezno. El individuo le había dado un cien por cien de certeza a Laurenx de que era la persona que había sentido en los alrededores del bosque.
... que bien - balbuceó devolviéndole el contacto visual. Después preguntó; la pregunta se entonó de forma directa, clara, y poco amigable ¿Quién eres?

-Digamos que soy alguien que busca a los suyos...- Respondió de manera cortante mientras sus orbes ya no solamente miraban al sujeto si no analizaban sus reacciones para anticiparse a cualquier ofensa que tuviera hacia él.

-¿Por que la pregunta?, ¿A caso tienes miedo?- Cuestiono ahora al sujeto frente a el manteniendo su tono de voz firme y cortante, su semblante serio hacia que el ambiente comenzara a sentirse pesado.

Una gota cayó sobre el hombro de Laurenx, y luego otra sobre su frente que resbalaba hasta su ceja izquierda y desembocaba en su nariz. Iba a empezar a llover y el licántropo ya lo sabía. Las nubes se alinean de forma tenebrosa en el cielo, ocultando bajo su oscuridad un sol que antes había amanecido radiante.
Laurenx no apartó la vista del muchacho, y menos ahora cuando una tensión en el ambiente se había perfeccionado.

- Menuda estupidez.
- Enséñame tus garras, lobo. - Por fin comprendió. Los vampiros no pueden salir a la luz del sol, pero la intriga y las ganas de devorar a los asesinos de su manada le habían cegado de esa información. Laurenx se estremeció y al mismo tiempo se sintió orgulloso, había conocido a licántropos que ya consideraba como de la manada. Erik sin duda podía ser uno de ellos. - No eres el único que busca a los tuyos.

El sol repentinamente se ocultaba llamando a las penumbras de la oscuridad, algunas gotas de agua comenzaban a caer de los cielos y el aire comenzaba a soplar con ligereza haciendo que el ambiente se hiciera fresco, tal vez era el anuncio de una pequeña llovizna o de una tormenta mas eso en ese momento en particular lo tenia sin cuidado.

Miraba atento la reacción del sujeto frente a el esperando cualquier movimiento o señal de ofensa que diera pie a una batalla mas eso no ocurriría en ese momento si no todo lo contrario, un par de palabras comenzaron a relajar un poco mas la incertidumbre entre aquellos seres quienes al parecer se reconocían,no por su amistad o por tiempo si no por su raza algo que a Erik le tranquilizo un poco al saber que había encontrado a uno de tantos por buscar.

-Tus palabras me indican que aun hay mas dentro de esta región, ¿no es así?- Cuestiono ahora él a quien al parecer era uno de los suyos.

No te equivocas. En esta región habremos más de cinco o quizás hasta una manada entera. - Respondió Laurenx con una abismal tranquilidad, habiendo relajado ya su gesto fruncido para calmar la situación. Le dedicó unos segundos a las gotitas que caían de manera poco continuada, y luego prosiguió diciéndole lo siguiente:
- Dime, muchacho ¿por qué buscas a los tuyos?

-Realmente no busco a los míos, busco a la persona que me dio este don- Comento en primera instancia relajándose un poco al ver la reacción del hombre frente a él.

-Simplemente que escuche que había algunos aquí y pensé que podrían ayudarme a encontrarlo- Agrego después observando a su alrededor percatándose de que las personas a su alrededor comenzaban a apresurar su paso a causa de la lluvia que se avecinaba

Te entiendo. Por desgracia la persona que me bautizó, murió a penas sin sufrir como me gustaría que hubiese pasado. - balbuceó lamentado, pues aquella noche fue un infierno para él.

Mirando de nuevo hacia el cielo, gestó la idea de que la lluvia caería pesada sobre ellos, y su olor a perro mojado sería fácilmente advertido por los vampiros. Se puso el casco y montó en la moto.
- Vamos, sube. No puedo permitir que la lluvia oxide el cromado - dijo entre risas.

Siendo invitado por el hombre que subía a su motocicleta, monto esta también claro sin colocarse el casco ya que eso de cubrir su cabeza era algo que no le gustaba a él le agradaba sentir el aire golpear su rostro, un gusto adoptado por su forma canina. Tomo la motocicleta de un pequeño alerón que tenia atrás, esto para evitar que el cayera cuando estuviera andando el vehículo ya que se vería bastante extraño tomarse del conductor como si de una dama se tratara.

-¿A donde iremos?- Cuestiono intrigado al conductor que apenas se disponía a encender la moto.

- Iremos en la búsqueda de nuestros compañeros - contestó mientras introducía las llaves en el receptor y luego tiraba hacia la derecha en un circulo. Luego apretó con el pulgar de su mano el botón de arranque, y pataleó hasta encenderla; cosa que funcionó a la primera. Jugó con el embrague y salió en primera para luego meterle otro cambio y continuar la marcha a una velocidad moderada y adecuada a la vía y el estado atmosférico.

Se dirigieron hacia la entrada al metro.

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